Sátira periodística sobre el sistema del turno.

El general Martínez Campos hizo
un pronunciamiento en Sagunto el 29 de diciembre de 1874, donde
Alfonso XII fue proclamado nuevo rey. Con la vuelta de los Borbones se inicia el periodo histórico de la Restauración (1874-1923). El artífice de la misma fue Antonio Cánovas del Castillo. Cánovas era partidario de mantener a los Borbones y el viejo sistema liberal basado en el sufragio censatario. El nuevo gobierno hizo la constitución de 1876, la más longeva de la historia.
Alfonso XII fue proclamado nuevo rey. Con la vuelta de los Borbones se inicia el periodo histórico de la Restauración (1874-1923). El artífice de la misma fue Antonio Cánovas del Castillo. Cánovas era partidario de mantener a los Borbones y el viejo sistema liberal basado en el sufragio censatario. El nuevo gobierno hizo la constitución de 1876, la más longeva de la historia.
Cánovas diseñó un sistema basado
en el turno pacífico de dos partidos en el poder, los dos partidos era: el
Partido Conservador, dirigido por Cánovas el Castillo, y el otro, el Partido
Liberal, liderado por Sagasta. Este sistema de turnos garantizaba la
alternancia pacífica en el poder de los partidos, poniendo fin durante un largo
periodo la intervención militar y a los pronunciamientos que tanto ha
desgastado a España. Este sistema mantuvo al margen a las fuerzas de izquierda,
el movimiento obrero, los regionalismos y nacionalismos.
Este sistema de turnos,
funcionaba de la siguiente manera, en las votaciones la elección de los
votantes no tenía importancia, los dirigentes de los partidos lo acordaban y
pactaban previamente. Las elecciones eran completamente adulteradas, debido al
encasillado, que se asignaba previamente los escaños en los que se dejaba un
número suficiente a la oposición.
En este sistema de turnos, la
importancia del caciquismo era muy relevante, ya que en un país agrario y
atrasado, los caciques obligaban a los campesinos que trabajan para ellos, que
votaran proporcionalmente a lo que se había acordado para los resultados electorales.
Los caciques seguían las instrucciones
del Gobernador Civil de cada provincia, amañando las elecciones, en la primera
caricatura podemos representar este encasillado, también podemos encontrar la
denominación del pucherazo, donde se guardaban urnas con los votos ya listos u
otras maneras de garantizar la victoria al partido que le tocara, como cierres
de los colegios.
En la siguiente caricatura,
podemos observar como un cacique está dialogando con un muerto, este le está
entregando un voto, utilizaban votos de personas fallecidas. Esta práctica se
realizo alrededor de unos 60 años.
Como consecuencia, en España se
vive un periodo de paz y tranquilidad, sin intervenciones militares ni
pronunciamientos, a base de una práctica corrupta, en la que los dos partidos
se turnan para gobernar, dando lugar a que no se puedan observar un desarrollo
positivo en España.
Esto acaba cuando se genera una
conciencia más crítica y culta en la sociedad. Las ciudades, con un votante más
instruido y alejado de la influencia caciquil, se libran de estas prácticas
fraudulentas iniciado el siglo, y hacia 1910, las candidaturas de las fuerzas
contrarias al sistema, fundamentalmente los republicanos y los socialistas,
empiezan a cosechar triunfos electorales en el ámbito municipal y a obtener
actas de diputado en las elecciones generales.