Comentario de
texto mapa histórico de la guerra de la independencia.

Es una fuente secundaria,
realizada con posterioridad a los hechos y tiene un carácter pedagógico para el
conocimiento de la
historia. Aparecen reflejados los movimientos del ejército francés, el contraataque de las tropas anglo-españolas, las respectivas victorias de cada bando y las ciudades sitiadas.
historia. Aparecen reflejados los movimientos del ejército francés, el contraataque de las tropas anglo-españolas, las respectivas victorias de cada bando y las ciudades sitiadas.
CAUSAS
La guerra de la independencia de
1808 se produjo por el proyecto de federación europea, bajo la hegemonía
francesa de Napoleón, que impulsa la coalición de las naciones contrarias,
Rusia, Prusia, Inglaterra y Austria que le combaten y derrotan en Waterloo en
1815. Durante este tiempo, la inestabilidad de la corona española hace que
Napoleón intervenga cada vez más en los asuntos españoles. Tras el decreto
imperial que establece el bloqueo continental contra Inglaterra se firma el tratado de Fontainebleau entre Francia
y España en 1807, por el que España permitía la entrada de tropas francesas que
iban camino de Portugal, aliado de los ingleses, para repartirse este país
entre España y Francia y nombrar a Manuel Godoy príncipe de los Algarves. Iniciada la ocupación, supuestamente
pacífica, del ejército francés, el descontento general con el monarca, Carlos
IV, y su ministro Godoy, llevan al Motín
de Aranjuez, alentado por la camarilla del príncipe de Asturias, en
quien abdicaría su padre. En este clima se produjeron las abdicaciones de Bayona cuando los
monarcas españoles, ceden la corona a Napoleón y éste abdica en su hermano José I, se convierte así en rey de
España, con el apoyo de los afrancesados de la población española. La
insurrección popular española contra las tropas francesas del 2 de mayo dio origen a la guerra.
En el desarrollo del conflicto
diferenciamos 3 etapas:
Etapa de ocupación y levantamiento. (1808) En el
mapa se representa con el avance de los cuerpos del ejército francés, por el
tratado de Fontainebleau, desde Bayona hasta Lisboa al mando del general Junot,
con penetración hasta Madrid controlada por Murat. El tercer cuerpo controla
Barcelona y trata de tomar Zaragoza, pero es detenido en el Bruch. El cuarto
cuerpo del ejército se despliega por el norte de la península, con guarniciones
en Burgos, Vitoria, San Sebastián y Pamplona. Desde ellas ataca a la cornisa
cantábrica y asedia Zaragoza.
El primer y
segundo cuerpos se establecen en la zona central, a manos de Dupont y Moncey .
Con el objetivo de controlar los puertos del sur y el este peninsulares. Moncey fracasa en su camino hacia Valencia y
se ve forzado a retroceder. Las tropas francesas que van a Cádiz son detenidas
en Bailén por las fuerzas enviadas por la Junta de Sevilla, primera derrota de
las tropas francesas. Como consecuencia las tropas francesas abandonan Madrid
junto al Rey José I y van hacia Vitoria.
· Etapa de
hegemonía francesa (1808-1812). Napoleón decide intervenir y va a España al frente de su armada, Grande Armé,
formada por unos 200 mil hombres. Y recupera rápidamente Madrid tras la batalla
de Somosierra. También conquista Galicia, Cataluña, Aragón (una vez tomadas
Gerona y Zaragoza), Valencia y Andalucía (tras la victoria francesa en Ocaña),
es decir, prácticamente todo el territorio peninsular.
Al comenzar 1810
el ejército francés ha conquistado casi todo el país, pero la dispersión de las
fuerzas francesas por la Península, el enfrentamiento a las tropas
angloespañolas y el desgaste continuo de la guerrilla impiden a Napoleón
someter efectivamente el territorio y acabar la guerra. Para sorpresa de
Napoleón, la que creía fácil ocupación se convirtió en una larga guerra ante la
resistencia popular española, que se negó a aceptar el cambio dinástico y el
dominio francés.
La táctica de guerrilla se explica por el
desmoronamiento y dispersión del ejército español ante la superioridad
francesa. Formada por soldados aislados de sus unidades, campesinos conocedores
del terreno, incluso bandoleros. Su ventaja procedía del conocimiento del
terreno, la movilidad y el apoyo de la población. La fuerte represión francesa
contribuyó a aumentar el odio contra el francés. El ejército francés,
acostumbrado a luchar en campo abierto, perdía la ventaja de su superioridad.
Se produjeron
varios sitios importantes: Zaragoza, tomada en febrero de 1809; Gerona, sitiada
por tres veces y sólo conquistada en diciembre de ese mismo año; y Cádiz, que
nunca fue ocupada.
La intervención
inglesa a través el desembarco de tropas en distintos puertos peninsulares,
rompiendo la supremacía napoleónica.
· Etapa de ofensiva
final hispana- inglesa (1812-1814). marcada por el desarrollo de la campaña
rusa. Ésta cambiaría la situación en España, de donde Napoleón retira casi la
mitad de sus efectivos. Wellington, al frente de las tropas angloespañolas,
aprovechando esta circunstancia, avanza desde la frontera portuguesa,
consiguiendo importantes victorias de
Ciudad Rodrigo y Los Arapiles, recuperando así Salamanca y Valladolid, como se
muestra en el mapa. El triunfo en Vitoria y San Marcial (1813), en el Norte
peninsular, expulsó a los franceses más allá de los Pirineos. El Tratado de
Valençay pondría fin a la guerra.
CONSECUENCIAS
CONSECUENCIAS
Como
consecuencia de la guerra y la derrota de las tropas francesas Napoleón devuelve
el poder a Fernando VII. En el
terreno socioeconómico, la guerra costó en España una pérdida neta de población
de 215.000 a 375.000 habitantes, por causa directa de la violencia y las
hambrunas de 1812, y que se añadió a la crisis arrastrada desde las epidemias
de enfermedades y la hambruna de 1808, resultando en un balance de descenso
demográfico. En lo económico podemos hablar de un país destruido: casas e
infraestructuras destruidas, ruina de la Hacienda Pública, robo y destrucción
de buena parte del patrimonio histórico-artístico, etc. Desde el punto de vista
político, supuso la crisis del Antiguo Régimen al producirse, un proceso revolucionario que
llevaría a adoptar la soberanía nacional. Aunque a la vuelta de Fernando VII se
restauró el absolutismo. También puso fin al imperio español, al alentar la
emancipación de las colonias americanas y, finalmente, el paso de España a
potencia de segundo orden en el ámbito internacional.