RESTAURACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO LIBERAL.
1.
Introducción
La llegada a España de Alfonso XII, tras el
pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto, se produce en un contexto
internacional con las siguientes características:
- Un periodo expansivo de los países europeos, que amplían sus fronteras para obtener materias primas baratas y zonas donde acomodar una población sobrante.
- La estabilización de dos nuevos Estados europeos, Italia y Alemania. Destaca la fortaleza de Alemania.
- La aparición de una gran potencia: EEUU, que aspira a expandirse por el Caribe y Asia, donde colisionará con España.
- Una crisis económica que produce la reorganización del capitalismo mundial, generando una concentración de empresas agrupadas en monopolios y el desarrollo de nuevos sectores económicos y de nuevas fuentes de energía.
- Desarrollo de grandes sindicatos como respuesta del movimiento obrero que logran que la legislación social se abra paso en los Parlamentos.
- En España el sistema político generado por Antonio Cánovas del Castillo posibilita una amplia estabilidad a la sociedad.
- La pérdida de las últimas colonias americanas y asiáticas provoca en la sociedad una profunda reflexión acerca de la realidad e identidad de España.
- En los últimos decenios del siglo surgen los nacionalismos periféricos y el movimiento obrero.
2. La
Restauración. Alfonso XII
El sistema de poder creado por la 9 República incapaz
de hacer frente a las insurrecciones cantonalista y carlista y a la sublevación
de Cuba se sienten amenazados y contrarios al librecambismo. El nuevo rey,
Alfonso XII, había recibido la legitimidad histórica de la casa de los Borbones
al abdicar su madre. Su educación tiene lugar en la corte austriaca y en la
academia militar inglesa de Sandhurst. El 1 de diciembre de 1874 anuncia su
programa político en el Manifiesto de
Sandhurst:
- Establecimiento de una monarquía de carácter liberal.
- Apertura a las dos corrientes políticas del liberalismo español: moderados y progresistas.
- Confesionalidad católica de la Corona.
Tras este manifiesto se halla Antonio Cánovas del Castillo, que recoge las aspiraciones de la aristocracia, la burguesía financiera,
latifundistas y la alta Administración civil y militar, ante el fracaso de la I
República española frente al carlismo, el cantonalismo y el conflicto de la
guerra de Cuba. Cambio político con un nuevo sistema de carácter bipartidista en el que predomine lo civil sobre lo militar y el orden sobre la libertad.
Adelantándose a las previsiones del político
malagueño, que pretende la adhesión popular al nuevo régimen sin la
participación militar, se produce el golpe
de Estado de Martínez Campos en Sagunto (Valencia). Se constituye un
ministerio-regencia a cuyo frente se sitúa Cánovas del Castillo.
En 1875 hace su entrada en Madrid Alfonso XII, que
confirma a Cánovas como presidente de un Gobierno que elimina el matrimonio
Civil, restablece el Concordato de 1851, suspende la prensa demócrata y
republicana y decreta una nueva reglamentación para los delitos de imprenta.
Tiende puentes de entendimiento con los progresistas, al aceptar el sufragio
universal en la convocatoria de las primeras Cortes.
3. El
sistema canovista.
En 1875, Cánovas del Castillo reúne en asamblea a
senadores y diputados con el fin de preparar las bases para la elaboración de
una constitución que fuese el punto de partida para una nueva legalidad. El
objetivo es establecer un sistema que propicie la alternancia entre dos fuerzas
políticas fieles al monarca: el liberal
conservador; de otro lado la izquierda
liberal. En el centro la figura del monarca
que asume la regulación del poder entre ambos en el contexto del liberalismo doctrinario.
La base del sistema la forman el Partido conservador liderado por Cánovas del Castillo, base social aristocracia financiera,
latifundistas y clases medias clericales; y el Partido Fusionista dirigido por Sagasta, base social medios industriales y clases medias
intelectuales.
El turnismo
se produce con matemática exactitud. Al margen de estos dos partidos políticos
se sitúan el republicanismo moderado
de Castelar y el republicanismo radical
herederos de la tradición federal de Pi y Margall. El obrerismo apenas
participa. El Partido Socialista Obrero
Español (PSOE) tiene un desarrollo muy lento.
4. La
Constitución de 1876. El caciquismo.
4.1 La
Constitución de 1876.
La Constitución de 1876 es la más duradera de nuestra
historia con 55 años. Esta Constitución restaura el liberalismo doctrinario, es decir, la existencia de dos fuentes de
soberanía: el rey, que representa la tradición, y las Cortes, que representan a la nación. Es heredera de
los principios del Estatuto Real y la Constitución de 1845. Contiene una
declaración de derechos.
- Sistema de representación. Dos Cámaras legislativas con iguales facultades: el Congreso de los Diputados y el Senado.
o
El Congreso de los Diputados. Sufragio censitario, la duración del mandato es de 5
años.
o El Senado.
Compuesto por tres tipos de senadores:
§ De derecho
propio. Hijos del rey, los Grandes de
España, los arzobispos, los capitanes generales y los presidentes.
§ Vitalicios. Designados por el rey entre la élite económica, los
intelectuales y la Iglesia.
§ Elegidos por
las corporaciones y los mayores contribuyentes mediante
sufragio restringido.
Ambas cámaras,
además de potestad legislativa, tienen la facultad de recibir del rey del
sucesor a la Corona el juramento de la Constitución. Hacen efectiva la
responsabilidad de los ministros.
- Rey. Adquiere la mayoría de edad a los 16 años, mantiene el poder ejecutivo y su figura es sagrada e inviolable. La responsabilidad de los actos políticos recae sobre sus ministros. Facultad de disolver las Cortes y el nombramiento del presidente de Gobierno. Mando supremo de las fuerzas armadas.
- Unidad de Códigos. La unidad de leyes para todo el territorio nacional. Se suprimen los fueros vascos y la exención de las quintas y de los impuestos.
- Administración local. En la elección de los Ayuntamientos, la corona interviene eligiendo a los alcaldes y los concejales son elegidos por los vecinos.
- Relaciones Iglesia-Estado. Se declara la religión católica como oficial del Estado, a mantener el culto y a los ministros de la Iglesia. No se permite la manifestación pública de otros cultos.
4.2. El caciquismo (1876 - 1931)
El caciquismo, es la
imposición de la voluntad de un reducido grupo de personas, los caciques, sobre una masa considerable
de votantes, no es nuevo en la historia de España. Se producen numerosas
denuncias de delitos electorales y de coacciones sobre los votantes. Se
mantienen estas prácticas abusivas y fraudulentas hasta bien avanzado el siglo
XX y simula formalmente la existencia de un régimen democrático. El resultado
es la estabilidad del sistema político a costa de la marginación de las fuerzas
opuestas al mismo.
El funcionamiento
es: el rey, nombra como presidente del Gobierno a uno de los dirigentes de los
dos partidos que se turnan en el país, al que otorga el derecho de disolución
de las Cortes. El presidente elige a su Gobierno, en el que el ministro de la
Gobernación es el encargado de realizar el encasillado,
la adjudicación de diputados al partido gobernante. El gobernador de la
provincia establece la red de contactos con los caciques. Los caciques, controlan
de forma directa o indirecta a grandes grupos humanos y presionan para que los
resultados electorales se ajusten a las expectativas del Gobierno.
El caciquismo pierde
fuerza a medida que se genera una conciencia más crítica y culta en la
sociedad. Las ciudades, con un votante más instruido y alejado de la influencia
caciquil, se libran de estas prácticas fraudulentas iniciado el siglo, y las
candidaturas de las fuerzas contrarias al sistema, los republicanos y
socialistas, empiezan a cosechar triunfos electorales.
5. Los Gobiernos de Alfonso XII. La muerte del rey.
5.1. Mayoría conservadora.
Antonio Cánovas del
Castillo tiene que hacer frente a problemas heredados del Sexenio, como la
insurrección carlista, la guerra de Cuba y una situación económica agravada.
Guerra Carlista.
La guerra carlista
finaliza en 1876 con la intervención activa del rey. La guerra termina con la
movilización de 100.000 hombres que acaban con la resistencia carlista de los
Territorios Vascos y Navarra. Carlos VII abandona España. Alfonso XII gana el
título de << el Pacificador>>. El carlismo queda dividido entre los
partidarios del retraimiento político y quienes aspiran a canalizar el
tradicionalismo carlista a través de las elecciones. Se regula el régimen de
los conciertos económicos, que dota a las Diputaciones de cierta autonomía para
recaudar las aportaciones de los Territorios Vascos al conjunto del Estado.
El conflicto cubano
La sublevación
cubana entra en vías de solución con el fin de la guerra carlista, que permite
la incorporación de numerosos contingentes de tropas al tiempo que se aplican
unas hábiles medidas pacificadoras, protagonizadas por Martínez Campos. Los
éxitos militares culminan con la firma de la Paz de Zanjón. Este convenio ofrece las mismas condiciones
administrativas que a Puerto Rico y una amplia amnistía. La abolición de la esclavitud se produce
de forma definitiva en 1880. La vida política isleña se establece conforme a
los patrones peninsulares, con un partido conservador. Presencia cada vez mayor
de Estados Unidos en la industria azucarera y en el transporte.
El federalismo
La oposición
federalista republicana protagoniza diferentes movimientos con escaso apoyo
civil.
5.2. Mayoría liberal. Gobierno de Cánovas. La muerte
del rey.
Es llamado al
gobierno, Sagasta, que lo preside.
Las primeras medidas tienen a suavizar el clima político autoritario generado
por Cánovas del Castillo. Sagasta levanta la suspensión de la prensa
republicana y demócrata con una nueva ley de imprenta y aprueba el reingreso en
la docencia de catedráticos represaliados como Castelar, Salmerón, Azcárate y
Giner de los Ríos.
Los Gobiernos
liberales conservan la tradición librecambista, reducen el proteccionismo e
introducen reformas tributarias. La escasa profundización en el programa
liberal hace que a su izquierda se organice el Partido de Izquierda Dinástica.
En 1885 muere
Alfonso XII y le sucede como regente su segunda mujer, María Cristina de
Habsburgo, embarazada del futuro rey Alfonso XIII. Cánovas dimite y Sagasta es
encargado de formar el nuevo gobierno por el Pacto de El Pardo.