NIETZSCHE
CONTEXTO HISTÓRICO-CULTURAL
Nuestro autor vive en una
época dominada por la sociedad burguesa. La primera mitad del siglo
XIX será un período revolucionario inaugurado por la Revolución Francesa,
mientras que en la segunda, los nacionalismos dan lugar a nuevos Estados:
Italia y Alemania.
Las conquistas burguesas son producto de
la Revolución industrial, consolidada desde 1830-40. Este proceso distanció a la burguesía del
proletariado. Además, la necesidad de materias primas y nuevos mercados llevó
a la colonización de África y Asia, convirtiéndose las naciones
europeas en grandes imperios. Una Europa impregnada de ideales
burgueses, a los que Nietzsche también dirigirá sus críticas.
Políticamente, dos corrientes justifican
los intereses de dos clases enfrentadas. El liberalismo de Adam
Smith defiende la libertad política y económica de la burguesía. Como
reacción a las consecuencias negativas del liberalismo para el proletariado, surgen en el último tercio de siglo
el socialismo y el anarquismo, cuyo origen encontramos en la filosofía
de Marx. Nietzsche no comparte ninguna de estas
ideologías, que propugnaban un final feliz para la sociedad humana.
Científicamente, destaca la publicación de El
origen de las especies de Darwin. La concepción que
Nietzsche tiene de la vida humana, junto con el tema del superhombre y
la voluntad de poder se relacionan con el evolucionismo
darwinista, basado en la selección natural.
Culturalmente, excepto la música de Wagner,
Nietzsche cree que la decadencia invade la Europa burguesa.
El simbolismo de la poesía de Verlaine y Rimbaud manifiesta
esa visión sin ilusión. Oscar Wylde se
convierte en el representante del bohemio que quiere convertir su vida en
obra de arte. Tal actitud alegre se refleja también en los
cuadros de Degas y de Toulouse Lautrec. No
obstante, esta aparente
despreocupación esconde la amargura ante la falta de valores sólidos, vacío que
también expresa el nihilismo de Nietzsche.
CONTEXTO FILOSÓFICO
En la segunda mitad del siglo XIX, el positivismo es
el movimiento dominante, pero a medida que el siglo avanza, nacen reacciones
contra sus principios. Así surgen el historicismo de Dilthey y
el vitalismo, en el que se sitúa el propio Nietzsche. Ambas
corrientes pretenden comprender la realidad más allá de la explicación
científica.
El positivismo de Comte identifica la razón
con la razón científica, y la verdad científica con el modelo de verdad.
Nietzsche se opuso, para él, la realidad no es objetiva sino un conjunto de
interpretaciones. Su filosofía se presenta como una radical crítica al
pensamiento que va desde la Ilustración hasta el idealismo
de Hegel. Según este autor, la Ilustración asume los
mismos valores que el cristianismo: la verdad, la bondad y la
belleza. Y el positivismo no sería sino un paso más en la misma dirección.
Las teorías de Freud también se oponen al
racionalismo. El psicoanálisis concede una decisiva importancia a los
instintos para explicar la personalidad.
El principio del placer rige la vida del ser humano, y la represión o satisfacción
de este principio determina qué somos y en qué nos convertimos. Esto supuso una
conmoción y una crítica a la sociedad neurótica de su época.
Otro crítico de la visión ilustrada es Schopenhauer. Defendió
que el mundo es nuestra "representación", fruto de la organización,
mediante las categorías del entendimiento, del material proporcionado por las
percepciones. Este mundo es "voluntad" de existir, ansia de perdurar.
Esa voluntad es lo que explica toda acción, todo cambio que se produce en el
mundo. Por eso el mundo es, como señala su obra más conocida, "voluntad y
representación".
El papel que Schopenhauer atribuye a la voluntad, mucho más
importante y primaria que la razón, será una influencia decisiva en Nietzsche.
Con Schopenhauer, la razón deja de ser lo que nos define, y se convierte en un
instrumento al servicio de nuestro instinto por perdurar la vida. En segundo
lugar, Nietzsche asume de este autor su crítica a la concepción ilustrada de la
historia como progreso y su visión cíclica del devenir. Sin embargo, Nietzsche
se separa de su pesimismo, proponiendo un SÍ rotundo a la vida.
ACTUALIDAD
1. ATEÍSMO Y ANTIATEÍSMO.
Nuestra cultura se caracteriza por vivir de espaldas a
Dios, a la religión. El cristianismo y sobre todo el catolicismo, han perdido
la influencia que tuvieron en el pasado. La creencia en Dios es menos sólida y ahora el ser humano la entiende según sus criterios
subjetivos. El distanciamiento entre la doctrina de la jerarquía eclesiástica y
la de los creyentes es cada vez mayor.
Se acentúa la tendencia a una religión a la carta
que se adopta y modifica en función de intereses personales y circunstanciales,
y que convierte a la religión en un artículo más de consumo. Esta situación tiene una de sus causas en “la muerte
de Dios” propugnada por Nietzsche.
2. EL VITALISMO.
La “razón” en la filosofía critica la valoración
negativa de la vida que había propagado el pensamiento occidental, y apuesta
por la vida y una moral que gira en torno a ella. Se trata de vivir el momento,
de renunciar a que la trascendencia sea el único sentido de vivir, y de buscar
dicho sentido en la propia vida. Consecuencias, probablemente vulgarizadas e
irreflexivas de este vitalismo, se encuentran en la actual identificación de la
felicidad con lo material (dinero, consumismo, poder, sexo, etc.) en el
culto al cuerpo y a la imagen; en la búsqueda de la eterna juventud; en el
deseo de inmortalidad aumentando la esperanza de vida…
3. EL VALOR DE LA EDUCACIÓN PARA LA CRÍTICA DE LA VIDA
La apuesta por una educación crítica tanto por parte del alumnado como del profesorado encuentra en el
texto de Nietzsche un apoyo. La razón en la filosofía propone no admitir
críticamente ninguna verdad aunque la tradición, el tiempo, la mayoría,
la apariencia la hayan mostrado incuestionable. Ningún tema, por importante que
sea, debe escapar al examen de una razón intencionadamente libre de prejuicios.
También la consigna nietzscheana sobre la alegría de
vivir, no olvidando que prioritariamente somos un cuerpo más o menos
inteligente, sigue teniendo plena vigencia: Nietzsche propone una razón que no
debe esclavizar los instintos, sino procurar satisfacerlos de la manera más
inteligente y eficaz posible.
POSICIÓN DE NIETZSCHE CON PLATÓN
· En el plano ontológico, Platón se caracteriza por su dualismo, contra
el que Nietzsche arremete ya que desprecia la vida terrenal.
La realidad platónica se basa en la existencia de dos mundos, uno verdadero,
que se conoce por la razón y que ofrece el conocimiento objetivo; y un mundo
aparente, que se conoce por los sentidos, ofreciendo un conocimiento subjetivo,
cambiante. Ahora bien, esta realidad, que Platón calificaba de aparente y engañosa, es para Nietzsche la única realidad existente. El mundo
verdadero de Platón no es para él más que una invención de la razón,
fruto de la decadencia del hombre. Nietzsche critica la invención de otro mundo
porque es una muestra de desprecio hacia este, colocando la finalidad en la
otra vida.
· En el plano epistemológico, Platón también distingue un dualismo. Hay dos
formas de conocimiento que se corresponden con los dos mundos existentes. En Platón, razón y sentidos se
enfrentan siempre con la victoria de la razón. Para él, sólo a través de la
razón es posible conocer. Los sentidos solo nos muestran una realidad aparente,
cambiante, sujeta a error. En Nietzsche,
por el contrario, son los sentidos los que nos muestran la verdad, a la que
llega cada uno desde su perspectiva correspondiente, es la voluntad de poder de
cada sujeto. Por lo tanto, no hay ningún motivo para otorgar un papel más
importante a la razón en el conocimiento.
· En el plano de la moral, Nietzsche se opone totalmente a la moral
platónica, que derivaría más tarde en la cristiana, por ser contranatural, es
decir, contraria a la vida. Platón continúa la moral de Sócrates
adoptando el intelectualismo moral como teoría clave para entender el Bien, la
justicia, la verdad y la felicidad. Nietzsche, en cambio, considera que los valores
morales son aquellos que favorecen a la vida, que la satisfacción de lo
corporal es el único criterio de validez moral, y que cada uno debe crear los
suyos propios.
· En el plano antropológico, Nietzsche propone básicamente un hombre
vitalista frente a la cultura y la sociedad. Este hombre debe ser creativo, un
permanente esfuerzo y debe crear sus propios valores. Nietzsche no concibe la antropología como
dualista, no piensa que el hombre esté compuesto de alma y cuerpo. Platón sí. La unión alma-cuerpo es accidental
y no substancial (cuerpo y alma no forman uno). El alma es preexistente,
inmortal y volverá al mundo de las ideas tras la muerte del cuerpo, a la espera
de reencarnarse en otro.
a) FILOSOFÍA
DE NIETZSCHE
1. La Crítica a la cultura occidental
Según Nietzsche, la cultura occidental
está viciada desde su origen. Según el esta era una cultural racional y
dogmática, por lo tanto decadente. Porque esta se oponía a la vida y a los
instintos. Se proponía instaurar la racionalidad a toda costa. Se trata de una
crítica total a los tres mundos que son inventados por el hombre occidental y
que son síntomas de su decadencia: El mundo racional, el mundo moral y el mundo
religioso.
1.1. Crítica a la moral.
1.1. Crítica a la moral.
Uno de los argumentos fundamentales de
Nietzsche era que los valores tradicionales (representados por el
cristianismo) habían perdido su poder en las vidas de las personas, lo que
llamaba nihilismo pasivo. Lo expresó en su frase "Dios ha
muerto". Estaba convencido que los valores tradicionales representaban una
"moralidad esclava", creada por personas que fomentaban
comportamientos como la sumisión y el conformismo porque los valores de tales
conductas servían a sus intereses. Nietzsche afirmó que había que crear valores
nuevos que debían reemplazar los tradicionales, y su discusión sobre esta
posibilidad evolucionó hasta configurar su retrato del “superhombre”. El error
de la moral tradicional se caracterizaría por su antinaturalidad, ya que impone
leyes que van en contra de los instintos.
Además, el ideal de esta moral es
"hacer al hombre bueno", aunque solamente convierta al hombre
en esclavo de esa ficción.
1.2. Crítica a la religión cristiana.
Dice Nietzsche que la religión nace del
miedo y del horror que el hombre tiene de sí mismo. Se trata de la incapacidad
de asumir uno su propio destino. Cuando al hombre le invade un sentimiento de
poder y teme quedar avasallado por él,
lo atribuye a otro ser más poderoso que es Dios. Y es que la religión
nos llevaría a la alienación del hombre, puesto que el cristianismo sólo
fomenta valores como la obediencia, el sacrificio o la humildad, sentimientos
propios del rebaño. El cristianismo sería para el filósofo una moral vulgar,
que se opone a todos los valores específicos de la virtud.
3. El eterno retorno
Esta concepción del tiempo
consiste en aceptar que todos los acontecimientos del mundo, todas las
situaciones y cosas pasadas, se repetirán eternamente, un número infinito de
veces. Nietzsche afirma que no hay más mundo que éste, negando así el
“trasmundo” platónico y el “otro mundo” cristiano. Hay que permanecer “fieles a
la tierra”, a la propia vida, a lo única que vivimos, y no serle infiel con la
promesa de otra vida. La filosofía de Nietzsche se convierte en una filosofía
afirmativa, a pesar de aparecer, tan frecuentemente, como una filosofía que
sólo sabe decir “no”.
4. El nihilismo.
La cultura europea ha llegado a su
propia a la decadencia, hay que liberar al hombre de todos los valores falsos,
devolviéndole el derecho a la vida y a la existencia, dice Nietzsche. Para
ello, el primer paso debe consistir en un cambio de todos los valores de
nuestra cultura tradicional. Así, el nihilismo no consiste en una teoría
filosófica, sino que es un movimiento propio de nuestra cultura. El nihilismo
del espíritu occidental es radical y absoluto, y una vez perdida la fe en el
"verdadero mundo", la cultura se queda sin sentido, sin guía o meta
aparente, entonces se llega a la decadencia. Por lo tanto, el nihilismo es una
fuerza destructora de la base de la cultura occidental, es decir, de ese Dios
cristiano en el que se apoya la moral y el conocimiento del hombre.
El
Superhombre.
Piensa
Nietzsche que el hombre es un ser miserable e inmundo, un ser a medio hacer, un
paso de la pura animalidad a la super humanidad. Es su destino, pero en su
recorrido evolutivo poco ha sido todavía lo alcanzado. Mientras todos los
animales han producido algo superior a ellos, el hombre se resiste a
evolucionar, no quiere abandonar los valores del pasado y dar un nuevo sentido
a la humanidad. Pues bien, según
Nietzsche el ideal humano es el superhombre, donde se integra y sintetiza
el radical cambio de valores que propone Nietzsche. De acuerdo con Nietzsche, las masas se adaptan a la tradición, mientras el
superhombre es seguro, independiente y muy individualista. El superhombre
siente con intensidad, pero sus pasiones están frenadas y reprimidas por la
razón. Centrándose en el mundo real, más que en las recompensas del mundo
futuro prometidas por las religiones en general, el superhombre afirma la vida,
incluso el sufrimiento y el dolor que conlleva la existencia humana.
Nietzsche
sostenía que todo acto humano está motivado por la "voluntad de
poder". La voluntad de poder no es tan sólo el poder sobre otros, sino el
poder sobre uno mismo, algo que es necesario para la creatividad. Tal capacidad
se manifiesta en la autonomía del superhombre, en su creatividad y coraje.
Aunque Nietzsche negó que ningún superhombre haya surgido todavía, cita a
algunas personas que podrían servir como modelos: Sócrates, Jesucristo,
Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Shakespeare, Goethe, Julio César y Napoleón.
Para llegar al superhombre, el hombre tiene que auto suprimirse, y este proceso
debería pasar por tres fases:
- El camello es el símbolo del
hombre actual, que todavía está impregnado de la moral de esclavos y que
soporta el peso de la carga con paciencia.
- El león en cambio es el símbolo del hombre revolucionario, el que se levanta
contra la moral de los esclavos. A su vez, el león después de romper las
cadenas de la esclavitud tiene que transformarse en niño.
- El niño simboliza la pureza e inocencia de la infancia, desde la que se
recrea la nueva tabla de valores.
El
superhombre representa el amor a la vida, el sentido de la Tierra y la
exaltación de los instintos. El hombre para convertirse en superhombre ha de
expulsar de su interior a Dios. Se trata de una sustitución de Dios por el
superhombre, de tal forma que éste se convierta en un ser con plenitud de poder
y de dominio sobre sí y sobre los demás. Pero esta transformación requiere,
según Nietzsche, de la "voluntad de poder".
b) TEXTO
Este texto de Nietzsche se titula la “Razón” en la filosofía y es
la tercera parte de su obra “El Crepúsculo de los ídolos”. Ya en el título de
la obra del texto, nos hacemos una idea de lo que va a expresar: el crepúsculo
(decadencia) de los ídolos (personas que se admiran excesivamente). Este
fragmento, es una crítica a la filosofía de la cultura occidental para intentar
depurar sus errores. Nietzsche comienza describiendo la idiosincrasia del
filósofo, es decir, del filósofo típico, que se resume en su odio a la vida.
Luego continúa criticando la división que hace Platón de la realidad, creando
dos mundos distintos y despreciando el que Nietzsche considera que es el único
verdadero, el mundo de las cosas. Para terminar rechaza la idea de Dios que
tanto emplean los filósofos para expresar lo más imperceptible de la realidad.
Ante esta última crítica extrae cuatro tesis generales.
1) Las razones por las que este mundo se considera aparente son
falsas e indemostrables.
2) Las características que se atribuyen el mundo de las ideas son
propias del no ser.
3) No tiene sentido la creación de otro mundo imaginario.
4) La división de la realidad es síntoma de decadencia.
a) VOCABULARIO
- · DIOS: Concepto en el que la filosofía ha aglutinado todas las características y valores positivos que atribuía al <<mundo verdadero>> por ella creado. Así Dios es el ser y se caracteriza porque es perfecto e infinitamente bueno. Es el concepto supremo más elevado de todos y, por eso, el principio explicativo de todos los demás seres. Nietzsche considera que ese concepto, por ser el más elevado es el más vacio. Lo llama <<el último humo de la realidad>>.
- · MUNDO APARENTE / MUNDO VERDADERO: Son conceptos que resume la dualidad presente en la filosofía. Este pensamiento platónico ha afirmado la existencia de un <<mundo verdadero>>, que se caracteriza por ser racional, estático, inmutable y bueno. Y el mundo conocido por los sentidos es devenir, multiplicidad, cambio y el origen del mal, llamado <<mundo aparente>>. Nietzsche cambia el sentido, afirma que el único mundo real es el devenir, el calificado de <<aparente>>, y que el <<mundo verdadero>> es una mera invención de la razón.
- · RAZÓN: La filosofía tradicional ha distinguido entre dos fuentes de conocimiento: los sentidos y la razón. Los primeros se han considerado el origen de nuestros errores. La razón se ha visto como la fuente de la verdad. Esto ha creado un mundo verdadero, lo inteligible; y los sentidos nos han presentado un mundo aparente, el devenir. Rompiendo con esa tradición, Nietzsche afirma que los sentidos son los únicos que nos dicen como es la realidad, la verdad establecida por la razón es fruto de una ilusión proveniente del miedo y su existencia es indemostrable.
- · VALOR, VALORES SUPREMOS: En general, un valor es una cualidad que atribuimos a las personas o cosas porque nos parecen estimables (valores positivos) o rechazables (valores negativos). Los valores supremos son los valores que la filosofía atribuye al mundo inteligible inventado por la razón: lo existente, lo bueno, lo verdadero, lo perfecto…
- · VIDA DESCENDENTE: Para Nietzsche, la cultura occidental, desde Sócrates, ha defendido valores contrarios a la vida y ha creído en un mundo objetivo, verdadero, inmutable y racional. La <<vida decadente>> es la vida de quien cree en esos valores por encima de los valores de la tierra, del devenir. Es decadente todo lo que se opone a los valores del existir instintivo y biológico: la filosofía, la religión y la moral.