LA CAÍDA DEL IMPERIO COLONIAL Y LA CRISIS DEL 98
Para muchos historiadores, la
crisis del 98 representa el comienzo de la propia crisis del sistema de la
Restauración.
1.1
El contexto histórico
internacional de la España de la Restauración.
La España de la Restauración
coincide con un largo período de paz en Europa
conocido como la época de la Gran Paz, con unidad política y un gran desarrollo industrial, Alemania ejerce un verdadero liderazgo en el continente europeo y Bismarck lo plasmará a través de un sistema de alianzas con Austria, Rusia e Italia. Francia vive los años de la Tercera República y Gran Bretaña los gloriosos años de la era victoriana.
conocido como la época de la Gran Paz, con unidad política y un gran desarrollo industrial, Alemania ejerce un verdadero liderazgo en el continente europeo y Bismarck lo plasmará a través de un sistema de alianzas con Austria, Rusia e Italia. Francia vive los años de la Tercera República y Gran Bretaña los gloriosos años de la era victoriana.
Europa se lanzó a la conquista de
África y de Asia, y los Estados Unidos, puso sus ojos en las últimas piezas del
imperio Español: las islas de Cuba y Puerto Rico y de Filipinas. España sólo
tenía firmado un tratado con Italia y no va a ser capaz de contener el
imperialismo norteamericano. España vivirá la crisis del 98.
1.2. La crisis del 98. Un problema exterior con repercusiones
internas.
1.2.1. Causas del levantamiento.
En 1895 se reprodujo en Cuba una
insurrección bajo el denominado “grito de Baire”. AL mismo tiempo, en Filipinas
se producían también movimientos emancipadores dirigidos por José Rizal.
Las causas son:
- El incumplimiento en el
Convenio de Zanjón provocando el malestar de los criollos.
- La incapacidad económica
española. Los criollos consideraban que el atraso económico de España estaba
bloqueando la expansión económica de la isla.
- En España no se había llevado
bien el problema cubano. Un proyecto de autonomía propuesto por Antonio Maura,
fue rechazado, los cubanos no la aceptaron y poco después estalló la
sublevación.
- Aumento de un sentimiento
patriótico en Cuba y Filipinas.
1.2.2. El desarrollo del conflicto.
El levantamiento cubano fue
dirigido por José Martí, quien, apoyado en los campesinos, sublevó la parte
oriental de la isla, la más antiespañola. Cánovas decidió aplicar una política
de reconciliación, enviando al general Martínez Campos para negociar e impedir
el avance de los sublevados, pero, al no conseguirlo, fue sustituido por el
enérgico general Valeriano Weyler en 1896. Éste aplicó una táctica de guerra
total, creó las célebres “tronchas”, que dividieron la isla en tres sectores
aislados con el fin de dificultar el movimiento de las columnas insurgentes,
reconcentro a la población campesina para impedir que prestaran ayuda a los
rebeldes y destruyó las edificaciones que pudieran servir de refugio, pero no
lograron doblegarlos.
Las operaciones y la dureza de
las mismas ocasionaron las protestas de los Estados Unidos, que reconocieron el
estado de guerra en Cuba, poco después pidieron la concesión de una amplia
autonomía para Cuba. Cánovas rechazó la propuesta.
El nuevo presidente
norteamericano, protestó y gestionó con la reina María Cristina su compra por
300 millones de dólares, a lo que la Reina y el Gobierno español se opusieron
rotundamente.
Pero los Estados Unidos aprovecharon
la voladura del acorazado Maine, declarando la guerra a España y exigiendo la
renuncia española a la soberanía sobre Cuba.
1.2.3. La guerra contra Estados Unidos.
Al estallar la guerra, en España
se vivieron días de verdadero entusiasmo patriótico, alentado por los poderes
públicos. Se creía en la posibilidad de ganar la guerra a Estados Unidos. En
realidad, ni se podía ni se estaba preparado para ello.
Los primeros combates entre
españoles y norteamericanos se produjeron en las aguas del Pacífico, en
desigualdad de fuerzas navales, pues los navíos que componían la flota española
tenían el casco de madera y carecían de protección frente a los cruceros
acorazados norteamericanos. La batalla naval de Cavite apenas duró tres horas.
La flota española fue aniquilada por la estadounidense en la bahía de Manila,
se rindió Cavite y se sublevó Filipinas al frente de Emilio Aguinaldo.
En el Atlántico se ordeno a la
escuadra española que operaba cerca de las Canarias, al mando del almirante
Cervera, su traslado a Puerto Rico para proteger esta isla y la de Cuba, cuando
repostaba carbón en Santiago de Cuba, quedó bloqueada por los estadounidenses.
La flota española salió de puerto el día 3 de julio y fue totalmente
aniquilada. Poco después capitulaba Santiago y los norteamericanos entraban en
Puerto Rico y Manila: la guerra había terminado.
1.2.4. La paz. El tratado de París.
En diciembre de 1898 se firmó el
Tratado de París, por el que España reconocía la independencia de Cuba y cedía
Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam a Estados Unidos. El resto de las
posesiones fueron vendidas a Alemania al año siguiente.
Por el Tratado de París, el
impacto que produjo se denomino “el Desastre”, sumió a los españoles en una
honda crisis de conciencia y que tuvo su mejor expresión en la reacción
intelectual que tenían la necesidad de recuperar el pulso perdido y de
modernizar el país.. Se trata de la llamada Generación del 98 (Unamuno, Baroja,
Azorín, Ramiro de Maeztu y Benavente).
- Síntesis y conclusiones.
La derrota de 1898 significó el
ocaso del mito del imperio español, justo en el momento en el que las potencias
europeas estaban construyendo sus grandes imperios coloniales en Asia y África.
España quedaba así relegada a un segundo plano. La prensa describía a España
como una nación moribunda, con un ejército ineficaz, un sistema político
corrupto y unos políticos incompetentes. El régimen mostraría una gran
capacidad de recuperación. La crisis económica no se dio. Ante una crisis moral
e ideológica, que caló en el sentimiento, en la psicología de los españoles y
más que en la política o la economía.
De esto saldrían beneficiados los
movimientos nacionalistas, sobre todo en el País Vasco y Cataluña con el apoyo
de la burguesía industrial. Aparecieron una serie de movimientos
regeneracionistas. Los ideales del movimiento regeneracionista eran dejar atrás
los mitos de un pasado glorioso, modernizar la economía española y alfabetizar
a la población. Consideraba la necesidad de organizar la sociedad española al
margen del turno de partidos y el desmantelamiento caciquil y una mayor
transparencia electoral.
Surge la generación del 98
marcados por un profundo pesimismo, critican el atraso de España. La derrota
militar también significaría un profundo cambio en la mentalidad de los
militares. La derrota dejo en la memoria colectiva militar un motivo a la causa
de la Guerra Civil Española del 36.
La regeneración de España quedaba en una simple retórica y el
sistema de la restauración que había sido capaz de recuperar del golpe sufrido
tras el desastre y de amoldarse a una nueva situación.